La vida sólo es real cuando estamos despiertos; sólo entonces tenemos la posibilidad de liberarnos de nuestras ilusiones, de nuestras enfermedades y de nuestro sufrimiento individual y colectivo.

Mindfulness se traduce al español como atención plena o conciencia plena. Se trata de ser plenamente conscientes del momento presente sin juicios, con amabilidad y curiosidad. Esto nos permite aquietar la mente y ver con más claridad “lo que hay” aquí y ahora, tanto lo que acontece en el entorno como en nuestro interior.

Necesitamos calmar la mente porque la mayor parte del tiempo vive en un estado de agitación causada por un diálogo interno que constantemente nos lleva; de un pasado por el que nos sentimos culpables, arrepentidos o enganchados a recuerdos de otros tiempos mejores, a un futuro de proyección, preocupación, anticipación y creación de expectativas.

Esta continua “cháchara” mental, no sólo no nos aporta soluciones, sino que frecuentemente acentúa los problemas; enturbia el escenario sobre el cual tomamos las decisiones, nos consume energía vital, genera enfermedad y limita nuestra capacidad de visión y disfrute. Además, esta continua evasión del presente, nos impide vivir con plenitud la realidad que acontece en el momento único que existe, el aquí y el ahora.

El mindfulness nos ayuda a desactivar el modo “piloto automático” con el que muchas veces vivimos nuestras experiencias y reemplazarlo por el modo “piloto consciente”. Siendo conscientes tanto de lo que acontece en el entorno, como de lo que sucede en nuestro cuerpo y nuestra mente en cada momento, nuestra experiencia de vida es mucho más intensa, más rica, más plena.

El mindfulness nos da la oportunidad de dar un paso atrás para desidentificarnos de nuestros pensamientos y nuestras emociones y ver con claridad. Cuando tomamos distancia de lo que nos pasa, somos más capaces de discernir y cambiar la reacción inconsciente, por la respuesta consciente, eligiendo desde nuestra sabiduría interna, que paso queremos dar en cada momento en pos de nuestra felicidad.

Más que una técnica, se trata de una filosofía de vida, una actitud que impregna todos los aspectos de la misma. Aquí  puedes ver una muestra de ejercicios mindfulness para distintas ocasiones.

El concepto del mindfulness como tal, tiene su origen en la unión de las prácticas contemplativas de oriente y el interés por la ciencia de dar soluciones que palíen el estrés que vivimos en nuestra sociedad occidental. El concepto surge de la mano del Dr. Jon Kabat-Zinn, médico y fundador de la Clínica de Reducción de Estrés de la Universidad de Massachussets en 1979, donde aplicó los principios de la meditación budista con sus pacientes, con notables resultados positivos. La comunidad científica recibió con gran aceptación los métodos de Kabat-Zinn y el concepto de mindfulness que emergía desligado de dogmas religiosos.

Poco a poco el concepto fue calando en la sociedad occidental y en nuestros días se aplica en campos como la salud, la educación, la empresa y el deporte. Más allá de su utilidad como una herramienta para paliar el dolor, reducir el estrés y aumentar la capacidad de concentración, entre otros muchos beneficios; la integración del mindfulness en nuestras vidas supone abrir las puertas de par en par a nuestra dimensión espiritual.

Mindfulness acaba siendo para los que lo practicamos, una filosofía de vida que nos lleva a una continua expansión de la conciencia. Se convierte en un continuo proceso de desarrollo personal y espiritual que potencia nuestra capacidad para vivir con presencia y plenitud nuestras vidas atendiendo de forma holística las dimensiones: corporal, mental, emocional y espiritual de nuestro ser.

Integrar la práctica del mindfulness va más allá de sentarnos veinte minutos cada día a meditar.

Es un estado de conciencia que poco a poco nos va transformando, que trasciende esa práctica formal y que da sentido y profundidad a nuestra experiencia vital.

Nos acerca al ser que en esencia somos, a ese que vive eclipsado por un cúmulo de pensamientos,emociones, recuerdos, deseos y malos entendidos, y que a través del mindfulness podemos sacar a la luz, podemos iluminar.