En esta meditación te acompaño a conectar con tu dolor físico.
La postura en esta ocasión es la que el cuerpo te pida.
A través de la respiración y la atención al cuerpo, podemos soltar las tensiones corporales y las resistencias mentales que nos generan sufrimiento más allá del malestar corporal.
Quizá esta meditación te ayude a notar alivio antes de tomar un analgésico, pero no te olvides de que en cualquier caso se trata de tomar consciencia.
Tu dolor está ahí para avisarte de que has perdido el equilibro. Acoge lo, acógete.