Conectar con la riqueza material, pasa primero por descubrirla en nosotros.
Conectar con nuestros atributos, con los instrumentos que la vida nos da sin que hayamos tenido que pagar por ellos.
Conectar con los que hemos ido cultivando a lo largo de nuestra vida y forman parte de un patrimonio generador de riqueza que ningún naufragio nos podrá arrebatar.