En esta meditación os guío a conectar la emoción y poder gestionarla desde el cuerpo.
La respiración es el principal recurso que tenemos para gestionar las emociones, especialmente las que nos desbordan o las que intentamos evitar.
El mindfulness nos invita a quedarnos ahí, a la escucha de las sensaciones que las emociones desencadenan en el cuerpo sin resistirnos ni apegarnos, dejando que nos atraviesen sin que nos arrastren.