Una mente atenta, enfocada, es una mente productiva y satisfecha por la consecución de las tareas y su contribución a los objetivos de la organización.

A menudo nuestro estilo de vida actual, nos hace llevar un ritmo acelerado. En el trabajo hemos pasado en relativamente poco tiempo, de la máquina de escribir a un entorno tecnológico que nos mantiene permanentemente conectados, abarcando numerosos asuntos, en un ambiente lleno de estímulos y cada vez más competitivo.

Ese querer abarcarlo todo a la vez, nos lleva a operar la mayoría del tiempo en modo multitarea, sin ser realmente conscientes de lo que estamos haciendo en cada momento. A parte de la reducción de la productividad que esta situación acarrea, esta forma de operar es uno de los principales causantes del estrés laboral.

Por otro lado los estudios apuntan que el 46,9% de nuestro tiempo laboral estamos mentalmente «fuera de la tarea». Estar trabajando con la cabeza en otro lado hace que nuestra atención se disperse, nos cunda menos y nos sintamos peor.

Según una reciente encuesta del Eurobarómetro, el 53% de los trabajadores consideran el estrés como uno de los principales riesgos ocupacionales.

Hablar de gestión del estrés y entrenamiento de la atención, es hablar de mindfulness.

Cuando tenemos hijos la cosa se complica.

Un trabajo estresante o insatisfactorio nos resta energía y se nos hace más difícil dedicarnos a ellos después de haber cumplido con nuestras obligaciones laborales.

Nos falta energía y nos cuesta desconectar.

A menudo sentimos que conciliar nuestra vida laboral, familiar y personal se nos hace complicado, por no decir imposible, y esto va en detrimento de nuestra calidad de vida y la educación de nuestros hijos.

En este apartado te ayudo a:

  • Conocer y gestionar tus estresores en el contexto laboral para tener una vida profesional más satisfactoria.
  • Mejorar tu desempeño y productividad para que te sientas mejor en el trabajo y en casa.
  • Conciliar tu vida laboral, familiar y personal.