En esta nueva etapa que parece que arranca para todos el 1 de enero, miramos atrás, hacemos balance de lo que ha sido de nuestro año viejo y ponemos nuestra mente a proyectar un futuro año nuevo en el que nos proponemos ser otros. Una versión de nuestra propia persona; mejorada, pulida, más guapa, más lista, más feliz…
A menudo proyectamos ese futuro mirando al pasado y muy probablemente vengamos de un año viejo en el que hemos hecho casi lo contrario de lo que queremos para el año nuevo. Nos proponemos mejorar nuestra salud en el año nuevo, después de un año lleno de estrés, comida poco saludable, sin tiempo para hacer deporte, cuidarnos y disfrutar del momento. De esas carencias surge muchas veces la necesidad de cambio y con esa inercia empezamos el año nuevo como si nos pudiésemos resetear, poner el contador a 0, hacer borrón y cuenta nueva. Pero no, la cosa no va así.
Cuando nuestros propósitos para el año nuevo surgen de un proceso mental y no de una necesidad real que va más allá de nuestra mente racional, tenemos muchas probabilidades de quedarnos donde estábamos porque por algo hemos estado ahí todo este tiempo.
Los cambios significativos y sostenibles en el tiempo vienen de un cambio de conciencia, de un “clic” interno.
Ahora que hemos puesto consciencia en que eso está ahí, quiero darte algunas claves que te puedan ayudar a hacer tu propio proceso, para que puedas abordar tu lista de deseos y propósitos este año nuevo, desde una perspectiva más profunda, más amplia, más consciente.
¡Voy a ello!
Lo hago sin perder de vista el marco de la sociedad en la que vivimos y de las circunstancias en las que muchos padres nos vemos envueltos. Tomo todo eso como punto de partida porque además directa e indirectamente lo conozco bien.
Cuántas veces he hecho propósitos relacionados con mejorar mi salud y cuantas veces, después de un perfecto plan de renovación, a los quince días, qué digo quince días, a la semana, estaba donde estaba un poco más frustrada que antes. La vorágine del día a día me dejaba sin fuerzas y sin tiempo para poder hacer lo pertinente para conseguir esos cambios saludables.
Esto es propio de estos tiempos que vivimos, estos tiempos en los que nos pasamos el día haciendo los deberes y nos olvidamos de hacer los “quereres”.
Para que no se te olviden cuales son tus “quereres” y pongas conciencia en lo que quieres para ti en ese año nuevo, te invito a que hagas tu lista de propósitos atendiendo primero a estas 7 claves. Luego, deja esa lista en un lugar visible para tenerla presente a lo largo del año. Estoy segura de que estas claves te ayudarán a que los propósitos que plasmes ahí, sean más significativos y alcanzables para ti.
7 Claves para cumplir con tus propósitos aquí y ahora
1.- No te pongas más deberes.
Te propongo que en lugar de empezar haciendo una lista de “quehaceres” enfocados en alcanzar tus propósitos, empieces por tachar de tu lista de tareas todas aquellas que realmente no aporten valor a tu día a día, que no contribuyan a tu felicidad.
Si, lo que lees.
Esto está sobretodo relacionado con dejar de hacer lo que exceda de lo necesario. Todo tiene un coste de oportunidad. Por ejemplo, si en vez de tener la casa limpia, la quieres tener impecable o llena de cosas, evalúa si para ti son realmente necesarias las acciones que conlleva. Si en vez de tener un cuerpo sano y tonificado, quieres lucir abdominales este verano, te invito a observar esa necesidad y el coste que supone para ti, y quizá tu familia.
Pregúntate más a menudo ¿Qué pasa si dejo de hacer esto?. ¿Qué pasaría si dejase de mirar el whatsapp tan a menudo?, ¿Qué pasaría si dejase de ir de compras sin tener realmente necesidad?, ¿Y si dejase de ver la tele?. ¡Eso si que sería un gran cambio :)!
No se trata de decirte lo que tienes que hacer, sino de poner conciencia en lo que haces y el coste que tiene para ti, dándole prioridad a lo realmente importante. Tus propósitos de año nuevo requieren de tiempo y energía por tu parte y hay que hacerles hueco.
2.- Apunta hacia lo interno para obtener resultados en lo externo.
A menudo nuestros propósitos van ligados a un cambio de actitud interna.
Bajar de peso, por ejemplo, es un resultado externo que está ligado a actitudes internas que tienen que ver sobretodo con tu autoestima.
Pon el foco ahí, en la parte interna de tus propósitos. Pregúntate ¿Qué actitud interna necesito cambiar para conseguir lo que me propongo?, si no te ves capaz de hacer ese cambio por ti mismo, haz algo diferente este año y pide ayuda a un profesional que te ayude a trabajar esas actitudes internas, ¡te lo mereces!.
3.- Querer es poder.
Y si no puedes quizá en el fondo es que no quieres.
Haz un ejercicio de honestidad y, con tu lista de propósitos delante, ponle conciencia a los beneficios secundarios que obtienes de mantenerte en esa situación que percibes como insatisfactoria para ti. Quizá una vez más te propongas meditar a diario porque sabes que te haría mucho bien, pero en el fondo no quieres pararte a conectar con eso que se te mueve dentro.
El sólo hecho de tomar consciencia del beneficio secundario que te mantiene en los viejos hábitos, ya es un paso importante. Te invito a que hagas esa reflexión y luego decidas incluir o no ese propósito en tu lista.
4.- La aceptación es el primer paso para el cambio.
Como te contaba en el post de las actitudes Mindfulness, aceptar no es resignarse a que las cosas sean como son, sino decir SI a las cosas tal y como son, soltando la resistencia que nos genera el querer que sean de otra manera.
A menudo nos proponemos hacer cambios en el año nuevo, que parten del deseo de que las cosas no sean como son. Observa si tus deseos de cambio surgen de la aceptación o de la resistencia. Observa si cuando escribes tu propósito en la lista, hay por debajo un sentimiento de rabia o frustración.
Si puedes formularlo desde la calma y el agradado de imaginar ese propósito materializado en tu vida, o desde el; “A ver si este año por fin…”. Si te descubres en estas, es muy probable que tengas que aceptar algo tal y como es, antes de querer que sea de otra manera. Trabaja esa actitud interna de aceptación, ábrete a lo que de ahí se desprenda y déjate sorprender.
5.- Pequeños cambios mantenidos en el tiempo nos llevan a grandes resultados.
A menudo desdeñamos pequeños gestos que podemos introducir en el día a día sin ni siquiera tener que hacerles hueco en la agenda y que contribuyen a cumplir con nuestros grandes propósitos.
Nos vemos elaborando un plan de entrenamiento físico que a menudo nos cuesta mantener, pero seguimos cogiendo el ascensor cada vez que tenemos que subir o bajar pisos. Nos proponemos meditar 20 minutos al día pero al tercer día lo dejamos porque los imprevistos o “la fuerza de voluntad” nos lo impiden, pero no caemos en la cuenta de que sí podemos invertir 6-7 minutos al día en contar 40 ciclos de respiración consciente.
Recuerda que tenemos más posibilidades de materializar nuestros propósitos si introducimos pequeños cambios que no nos cueste mantener a lo largo del tiempo.
Mantener un grado de desvío en tu rumbo habitual, te puede llevar a lo largo de muchas millas a un lugar muy diferente.
6.- Formula tus deseos en presente y positivo.
Muchas veces no sabemos lo que queremos pero sí tenemos claro lo que no, por la experiencia que hemos tenido al respecto. En vez de enfocarnos en lo que queremos en función de esa experiencia, nos enfocamos en lo que NO queremos y la vida nos sigue trayendo más de lo mismo.
Si tengo claro que en mi vida no quiero más relaciones de dependencia, inconscientemente me voy fijando en ellas para ponerme a salvo y no dejo de girar en torno a la misma historia. Cambia ese enunciado relacionado con lo que no quieres por un “me relaciono con personas autónomas desde la libertad” por ejemplo. Algo muy importante en este caso es que no te olvides de cultivar en ti esa autonomía y libertad que quieres ver en los demás ;).
7.- Ponle emoción a tus deseos y empieza a sentir que ya los has conseguido.
Hacemos elecciones en nuestra vida no por los resultados en sí, sino mayormente por las emociones que deseamos experimentar cuando ese deseo se haya materializado. Cuando decidimos tener un hijo la motivación real que hay detrás, está muy ligada a esas emociones de plenitud, realización, amor incondicional, etc,(no te rías :D), que esperamos experimentar con la llegada de ese bebé.
El universo es vibración y la vibración es la energía que maneja la famosa ley de la atracción. Si lo que generas a tu alrededor es “buena onda”, la vida te traerá lo que vibre en una frecuencia similar.
Haz tu lista de deseos, (más que lista yo lo que me hago es un collage) y pega alrededor de esas frases elegidas conscientemente, en presente y en positivo, imágenes que te evoquen las emociones y sensaciones físicas que quieras experimentar cuando consigas eso. Ponles imágenes que evoquen sonidos, olores, emoción y cada vez que lo veas empezarás a experimentar como ese deseo es ya una realidad presente. Ya estás vibrando en eso.
Esta es la propuesta.
Repaso los 7 puntos y sin duda alguna el secreto para que todo esto se haga realidad es integrar el Mindfulness en tu vida.
Recuerda incluir la práctica del Mindfulness en tu lista de propósitos:
- Para saber qué te hace feliz o qué haces por inercia.
- Para saber qué se cuece en tu interior que necesita ser atendido.
- Para saber cuáles son tus necesidades y motivaciones.
- Para aceptar lo que hay.
- Para mantener el foco en tu rumbo elegido.
- Para afinar la autoescucha interna que te ayuda a saber lo que quieres por experiencia.
- Para conectar con tu emoción, con tu cuerpo y ponerlo a vibrar en la buena onda.
Con esto y con todo, quizás empieces con el plan de acción y desistas a los pocos días. Observa tu frustración, agradece que esté ahí como señal de que no vas por el camino elegido, conecta con el momento presente y desde ahí, recuerda que a cada momento, siempre puedes elegir hacer las cosas de otra manera. Siempre puedes elegir cambiar la reacción automática por la respuesta consciente. Volver y volver, una y otra vez, las veces que haga falta… a esa consciencia de ti, es el ejercicio de fondo que la vida te propone.
Una última reflexión con respecto a tu lista de propósitos. Desde una perspectiva más espiritual, te invito a mirar a tu alrededor, tomar conciencia de tus circunstancias y preguntarte; ¿Qué me está pidiendo la vida que haga? ¿En qué escenarios me pone para que actúe?. Observa hacia dónde te empuja la vida porque de eso, va tu historia en este nuevo año que comienza.
El fin de año nos invita a cerrar ciclos. Toma conciencia de lo que quieres dejar atrás y despídete de ello agradeciendo absolutamente todo lo que el año que se va te trajo, para recibir con los brazos abiertos la nueva etapa. Todo ese año pasado, con todas sus experiencias vitales, son los cimientos para construir este año nuevo que ya es tu presente.
Quiero darte especialmente las gracias a ti que me sigues, por todo lo compartido, por todo lo aprendido en este 2018 tan intenso y transformador para mi. A mis 45 años, siento que mi curva de aprendizaje este año, no podía apuntar más alto. Gracias por estar ahí una y mil veces para que yo esté aquí tomando consciencia, estructurando conceptos, creando contenidos que aporten valor para compartirlo contigo, con esta comunidad de Vivirmindfulness que cada día crece más y más.
La vida me pone aquí y aquí estoy, en este suma y sigue que es el 2019.
Por favor, comparte este artículo para que más personas puedan hacer este ejercicio y entre todos, podamos crear un 2019 más consciente.
Gracias de corazón.
Gracias eres ese rayo de sol que se cuela por mi ventana y yo recibo con regocijo.
Hola Begoña, Lo celebro! 🙂 gracias por tus palabras. Abrazo
Muchas gracias por todo lo que nos aportas y enseñas, Yolanda.
Eres una de las mejores cosas que me ha traído el año que acaba de terminar. ?
Pues cuanto me alegro Gemma!:) gracias por compartirlo, esto para mi también es un regalo 🙂
Gracias Yol por este regalo de Reyes. Me viene de perlas re-cordar el poner consciencia en lo no necesario para contar así con la energía para caminar hacia nuevos objetivos.
Te deseo un año consciente y lleno de oportunidades. Seguimos caminando!!
Un hondo abrazo
Hola José, me alegra que te haya servido el re-cordatorio. Cuanta energía se nos dispersa al cabo del día en cosas que realmente no son relevantes para nosotros. Como digo muchas veces, yo estoy en esto para re-cordármelo también a mi misma :). Abrazo hondo.
Gracias Yolanda
Muy bien escrito y claro. Estas haciendo un gran trabajo de recordar la importancia de aportar conciencia al día a día, tan necesario cuando cuando por naturaleza, seguimos en nuestra zona de confort-piloto automático y tenemos que pasar a la zona de conciencia que no está exenta de miedo creado por nuestras creencias limitantes y nuestra falta de capacidades.
Gracias por tus palabras Gustavo y por tu contribución a que otros también ensanchen esa zona de conciencia desde tu trabajo. Abrazo
Muchisimas gracias por los conocimientos que nos compartes para aceptarnos y conocernos mejor y asi llevar mejores relaciones sin tanto conflicto. Y tambien por toda la ayuda que me proporcionaste en mi visita a España lo cual me ha servido para valorarme mas y asi estar mas tranquila al mejorar mi trato con los demás. Besos y bendiciones. !Y continuamos !
Ángeles!!, que emoción leerte por aquí :). Mil gracias por ese feedback, me anima a seguir por este camino. Te mando un abrazo enorme hasta México que te acompañe en este proceso que estás viviendo con tu mamá. Bendiciones
Feliz Año nuevo, Yolanda! Siempre eres una guía motivadora.